Cuidados para el novio: Piel y cabello. Lo que debes saber

 

¿Por qué no? A pesar de que ya se ha dejado de lado muchos prejuicios, los caballeros aún ponen algo de reparos al glamur de su presencia en el escenario nupcial. Te presentamos algunos tips para la piel y el cabello que seguro sabrás aprovechar para el día de tu boda:

Preparando el cutis y cabello (una alternativa natural)

Si quieres lucir un aspecto rejuvenecido, es importante que semanas previas vayas “preparando” el terreno. Las múltiples propiedades vitamínicas del Aloe Vera (o Sábila) te ayudarán a remover las células muertas y limpiar los poros de la piel y que ésta cumpla sus funciones adecuadamente. Además, eliminará las toxinas del que eventualmente estén compuestos, hidratará y proveerá oxígeno a las células, regenerándolas. También podrás controlar el Ph, favoreciendo la elasticidad, previniendo y suprimiendo el acné.

Provéete diariamente de pencas de sábila. Con una cuchara, extrae el gel o pulpa que contiene. Sobre un rostro bien limpio, aplicar suavemente con los dedos hasta que se seque. Para que el Aloe Vera actúe eficientemente, debes “sellar” los poros lavándote la cara con agua fría. Recuerda que la pulpa tiene un sólo uso y es recomendable no guardarlo, ya que ésta se oxida casi instantáneamente. Con el tiempo (si lo realizas cuatro semanas antes de la fecha especial) notarás una piel más blanca, tersa, suave, sin manchas y con un aspecto más rejuvenecido.

Te sorprenderá lo beneficioso que es la Sábila para el cabello, si llegas a utilizarlo. ¿Tienes problemas de caspa? Olvídate de ese inconveniente con el Aloe Vera. Los beneficios y posibilidades regenerativas son múltiples: evita la caída, nutre el folículo piloso, acondiciona de forma natural, penetra en las fibras capilares y el resultado es una cabellera sedosa, fuerte y brillante. El empleo es muy sencillo: corta una penca por la mitad (no desde su cara más ancha, sino desde su filo) y frótalo suavemente. Con los dedos, masajea el cuero cabelludo mientras vas aplicando la sábila. Deja reposar treinta minutos  y enjuágalo con abundante agua fría. No quedará ningún olor ni rastro.