Podemos estirar nuestro presupuesto y tirar, virtualmente, la casa por la ventana, si elegimos con acierto el servicio profesional de catering de una empresa con suficiente experiencia. No es sencillo abaratar costos (si en algún momento se nos ocurre pretender hacer todos los preparativos por nuestra cuenta). Estos negocios “conocen el mercado”, cuentan con herramientas y facilidades, saben de proveedores, poseen base de datos de otros servicios afines y, sobre todo, la pericia necesaria para llevar a cabo la recepción y atención de tus invitados, y hacer de tu fiesta un recuerdo inolvidable. Ten en cuenta los siguientes puntos para que no te equivoques en elegir un buen servicio de catering:
La empresa: Es indispensable que esté referenciada. Tómese el tiempo necesario para investigar su trayectoria y conocer su experiencia en base a fuentes confiables y acreditadas.
El presupuesto: Si bien “todo entra por los ojos”, no exageremos en suplir las deficiencias con un excesivo arreglo del ambiente. Si vamos a elegir, no escojamos estrictamente un servicio preestablecido. Por lo general, estas empresas cuentan con diferentes “paquetes” y contamos con la opción y libertad de seleccionar un poco de cada una de ellas.
¿Bufé o servicio en mesa?: Si el presupuesto es corto, inclínese por el bufé, ya que se requiere de menor personal. Tus invitados, incluso, tendrán menos restricción para socializar y entablar amistad. Deguste previamente lo que será servido y ofrezca sus puntos de vista así como sus reparos y aprobación.
Comunicación: No deje de hacerlo. Llame pidiendo detalles, concierte citas con los responsables de la empresa solicitando informes y avances. Un cliente exigente y satisfecho es una gran recomendación para ellas.
Si el catering es tu “regalo de bodas”, exige que se cumpla milimétricamente todo lo que con anticipación se haya acordado. Con frecuencia, es posible hacer cambios dentro del programa y optar por otras alternativas.