¿Cuál es el protocolo a seguir en una boda religiosa?

 

Es un día que quedará registrado en el recuerdo de tus seres queridos. Nada debe fallar. Por mucho tiempo vienes preparando los detalles de la ceremonia: recinto, flores, vestido, música, atenciones y diversos cuidados particularmente dirigidos por ti. Ahora bien, ¿cuál es el comportamiento correcto en un matrimonio religioso? La boda religiosa es una tradición muy antigua. Tiene su protocolo, desde luego, y aquí te brindamos los procedimientos a seguir en la iglesia:

Entrada y disposición de familiares e invitados: Ingresa la familia de ambos. Los familiares del novio se distribuyen en los asientos de la derecha (respecto al altar): los de la novia, a la izquierda. Enseguida, entran los invitados y se acomodan sin seguir ningún orden específico. Los novios, padrinos y testigos ocupan siempre la primera fila en ambos lados y respetando la proveniencia.

Entrada del novio: Ingresa acompañado de la madrina (quien le tomará por el brazo izquierdo). El novio deja a la madrina en su asiento (lado contiguo de donde estará la novia) y se dispondrá de pie en el altar a esperar a su novia.

Recoger a la novia: El padrino (padre de ella) es quien se encarga de trasladar a la novia desde su casa hasta el recinto ceremonial. El coche debe estar adornado con arreglos florales.

Entrada de la novia: Con un leve retraso, la futura esposa ingresa acompañada del padrino (su padre), quien le ofrece su brazo izquierdo para llevarla hasta el altar. Las damas de honor y pajes (niños que llevan los anillos y arras) ingresan detrás de la novia. La música de entrada es siempre la Marcha Nupcial.

El altar: Con la mirada en la Eucaristía, el orden de distribución es: novia y madrina a la derecha, novio y padrino a la izquierda, de tal modo que los contrayentes queden en medio.

Los anillos: Quien se encarga de entregar los aros de matrimonio al sacerdote es el padrino. En primer lugar, el novio es quien coloca el anillo en el dedo anular de su prometida; enseguida, hace lo propio la novia.

Protocolo ceremonial: La futura esposa en todo momento tiene el rostro cubierto con un velo. Después de la consagración, ambos prueban el pan y el vino. Después de dar el “sí”, el novio levanta el velo y le da un beso, simbolizando el sello de un compromiso eterno.

La salida: Los flamantes esposos se disponen a salir con dirección al automóvil y son esperados en la puerta con una lluvia de pétalos de flores, burbujas y arroz. Se respeta la salida manteniendo el mismo orden que la entrada; es decir, los esposos delante y, tras ellos, los padrinos, damas de honor y pajes.